Picarquín, Chile. – Tras cinco días intensos de oración, formación y entretenimiento, el encuentro de Campobosco 2024 llegó a su fin, marcando un evento histórico en la conmemoración de los 50 años del Movimiento Juvenil Salesiano (MJS). Este encuentro reunió a un número récord de jóvenes provenientes de todo Chile y otras partes del mundo, quienes celebraron la espiritualidad salesiana y renovaron su compromiso de proyectar sueños para las futuras generaciones, inspirados en el legado de Don Bosco.

Diferentes grupos asociativos pertenecientes  la pastoral de salesianos Alto Hospicio, se hicieron presentes en esta experiencia única. La presencia de estos jóvenes fue significativa, resaltando el sentido de comunidad y unidad que caracteriza al carisma salesiano.

Nahún estudiante perteneciente a presencia salesiana de tarapaca y al grupo  de CAST, expresó su emoción y gratitud: “Es una experiencia única conocer a salesianos de todo el mundo. Es genial, he hecho muchos amigos nuevos, y me encantó el lugar. Picarquín es excepcional para este tipo de eventos. Como Alto Hospicio, estamos aquí como una presencia unida”.

Durante el campamento, los participantes recibieron la bendición del Padre Nelson, quien les alentó a llevar la luz salesiana a sus obras locales: “Nuestras obras locales necesitan de ustedes. Sean luz en cada una de ellas”, instó el sacerdote.

Además de las actividades espirituales, los jóvenes participaron en instancias formativas que abordaron el redescubrimiento de los pilares del carisma salesiano. Manuel Venegas, asesor laico del MJS y miembro del Equipo Inspectorial de Pastoral Juvenil, explicó que estos espacios formativos fueron una oportunidad para “redescubrir la dimensión de la espiritualidad salesiana, marcada también por la presentación del capítulo final de la serie El sueño que hace soñar”.

La clausura de Campobosco tuvo como eje el protagonismo juvenil, donde los jóvenes pudieron enviar saludos a sus amigos y familias a través de una transmisión en vivo. Además, realizaron los gritos de sus colegios y compartieron sus experiencias y aprendizajes en este campamento. El espíritu de unidad y el sueño de Don Bosco de los nueve años, donde se le mostró la misión de guiar y formar a los jóvenes, resonaron en cada actividad y en cada sonrisa.

Campobosco 2024 dejó en los asistentes un compromiso renovado con el carisma salesiano, con una firme convicción de ser luz y esperanza en sus comunidades, llevando adelante el sueño de Don Bosco.